Después de realizar todos los trámites necesarios para poder abordar el avión, es normal que los pasajeros estén con la energía suficiente para mirar a su alrededor y por las ventanillas.
Quienes han tenido la oportunidad de tener una ventanilla cerca de las alas, seguramente también se han vistos curiosos sobre todas las partes que la conforman, y desde luego, con la esperanza de que todo esté en orden y no haya una pieza rota o fuera de su lugar.
Aunque los aviones son revisados minuciosamente antes de realizar su vuelo, es más común de lo que parece ver que el equipo de mantenimiento empiece a poner cinta adhesiva en varias partes de las alas.
Desde luego, quita la tranquilidad ver esas imágenes y pensar que esa pequeña cinta podría despegarse en pleno vuelo, con la fricción tan importante que hay en las alturas, y termine liberando la pieza que venía sujetando. Si tu fueras testigo de esto, ¿permanecerías tranquilamente en tu asiento?
No hay nada que temer, no se trata de cualquier cinta adhesiva
No te preocupes, puedes continuar con tu viaje tranquilamente, pues estas cintas no pretenden mantener nada junto. Se trata de cintas de velocidad o speed tape, y se trata de una de las maravillas que nos ha traído la tecnología y la ingeniería actual.
La cinta de velocidad está compuesta por una laminilla de aluminio que está especialmente diseñada para resolver reparaciones menores en aviones, aunque también es usado en la industria de los autos de carreras.
Así que prácticamente su función es reparar el material hasta que el avión vuelva a casa para hacer una reparación permanente y en forma. Aunque su apariencia es más similar a una cinta de plomería, no debemos confundirnos ni entrar en pánico cuando veamos que nuestro avión sea parchado con esta cinta.
Además de tener una dureza y resistencia que le permite tolerar la fricción del aire y temperaturas extremas, su adhesivo es capaz de sujetarse firmemente al fuselaje del avión como las alas mientras se desplaza a grandes velocidades.
Dentro de las cintas de velocidad, podemos encontrar diferentes tipos que se ajustan a las condiciones del vehículo, ya sea avión o auto de carreras. Mientras que unas son resistentes a agua e incluso algunos químicos solventes, otras pueden reflejar rayos UV e incluso exposiciones a flamas por ciertos periodos.
Pero entonces, ¿si se llegase a despegar la cinta podría correr peligro el avión y sus pasajeros?
Esta cinta de velocidad es de alta confianza, incluso forma parte del manual oficial de mantenimiento de los aviones Boeing, y difícilmente podría despegarse en pleno vuelo.
Pero en el caso de que sucediera, no hay nada de qué preocuparse. El uso de esta cinta no puede utilizarse para sustituir reparaciones de daños que puedan comprometer la seguridad del avión.
Si miramos los manuales de reparaciones, como mencionamos antes, únicamente puede utilizarse para daños menores que también pueden ser meramente cosméticos.
Como ha sido el caso que envolvía un avión Ryanair 737, donde los pasajeros del aeropuerto de Stansted en Londres, reportaron un “incidente” en 2011 al percatarse de que el equipo de mantenimiento usó “cinta de plomería” para solucionar un problema con el parabrisas.
El caos ocurrió cuando los pasajeros vieron la cinta despegarse durante el vuelo, causando “ruidos perturbadores” que dejó a los pasajeros helados del miedo mientras compartían el desafortunado incidente en redes sociales.
Para aclararlo todo, el equipo de Ryanair dio declaraciones ante la prensa, mencionando que no se trataba de cinta de plomería en primer lugar, sino la cinta de velocidad que únicamente se utiliza para parchar materiales con daños no críticos, y es meramente una solución temporal.
El vocero mencionó que ni siquiera en sus cajas de herramientas o talleres encontrarán una cinta adhesiva común y corriente, simplemente no se utilizan para nada y bajo ninguna circunstancia, y se aseguran de tener las mejores cintas de velocidad que llegan a costar hasta miles de dólares por rollo.
La reparación realizada a este avión fue meramente cosmética, y no estaba “sosteniendo la ventana” como muchos mencionaban. Desafortunadamente, el ruido que hacía la parte de la cinta despegada al hondear fuertemente con el aire hizo que su imaginación también volara muy alto.