Puede resultar agotador tener que decirles continuamente a grupos de niños, o incluso adultos que guarden silencio. Ahí es donde entra en juego esta novedosa lámpara sensible al sonido, ya que hace el trabajo pesado al cambiar el color en respuesta al aumento de los niveles de ruido.
El prototipo del dispositivo fue diseñado por Markus Kraetzig y Sophie Kupke, quienes son aprendices en el Instituto Fraunhofer de Microsistemas Fotónicos de Alemania. Además de servir como fuente de luz, la lámpara monitorea el sonido ambiental de una habitación utilizando micrófonos integrados.
Si la habitación esta en silencio, los LED RGB de la lámpara se iluminan en color verde. A medida que las cosas se ponen más ruidosas ese color cambia a ámbar. Finalmente, si los habitantes de la habitación hacen demasiado ruido, la lámpara comienza a parpadear en rojo. Si los niveles de ruido no bajan en los próximos cinco segundos, el dispositivo emite una alarma sonora.
El volumen de la alarma se puede ajustar en un rango de 70 a 100 decibeles. Además, la sensibilidad al ruido de la lámpara también se puede establecer en uno de los tres niveles. En el nivel 1, que podría ser útil para escenarios como los periodos de descanso de los niños, prácticamente cualquier ruido más allá del silencio absoluto hará que los LED cambien de verde a ámbar. En el nivel 3, por otro lado, es posible que las personas mantengan conversaciones sin provocar un cambio de color.
Los usuarios también pueden configurar manualmente la lámpara para que permanezca en uno de los tres colores, si solo quieren una iluminación original. La energía es proporcionada por un cable USB o una batería incorporada, la última de las cuales debería ser buena para aproximadamente 14 horas de uso por carga.
Actualmente no hay información sobre cuándo o si la lámpara estará disponible comercialmente.
¿Quiénes se beneficiarían más con este tipo de lámparas?
Existe un sector de la población para quienes este tipo de lámparas serian de gran ayuda, se trata de aquellas que sufren de Sensibilidad Sensorial. Te explicamos un poco más sobre esto:
Los investigadores de diversas disciplinas, desde la psicología, la sociología, el desarrollo humano, la biología y más, han reconocido desde hace mucho tiempo los diferentes niveles de sensibilidad entre los individuos e incluso se desarrollaron escalas que ahora son ampliamente utilizadas para medir las respuestas de los individuos a diversos estímulos.
Nuestro entorno está lleno de información sensorial, incluido el ruido, las multitudes, la luz, la ropa, la temperatura, etc. Procesamos esta información utilizando nuestros sentidos: vista, odio, tacto, olfato y gusto.
Las personas con autismo tienden a ser hipersensibles a la información sensorial. Esto significa que sus sentidos absorben demasiada o muy poca información del entorno que los rodea. Aunque cabe resaltar que no todas las personas con autismo tienen sensibilidades sensoriales, pero algunos pueden presentar esta característica en diferentes intensidades.
Cuando las personas con autismo son hipersensibles a la información sensorial, se llama hipersensibilidad. Ellos tratan de evitar experiencias sensoriales; por ejemplo, pueden taparse los oídos cuando escuchan ruidos fuertes.
Con el paso del tiempo nuestro cuerpo está cambiando, así que puede llegar una edad donde nuestros sentidos funcionen diferentes, puede que un día no nos guste más un sabor que antes nos encantaba, que nuestra vista se vaya deteriorando o incluso que algunos ruidos sean ya intolerables para nosotros.
Aunque no ocurre con todas las personas, la mayoría pasa por estos cambio alrededor de los 70 años y difícilmente una persona más joven ponerse en su lugar, para este tipo de casos la lámpara anti ruido podría darnos una idea de cómo cuidar mejor de nuestra familia.
Incluso nosotros mismos podríamos vernos afectados por el exceso de ruido, y tener una lámpara que indique a otras personas en qué momento ya es demasiado ruido para nuestros oídos, podría ser una manera sutil y amigable de hacerles saber al resto que podrían disminuir el ruido.
Es una excelente herramienta para esas reuniones familiares o con amigos de confianza que deseen activamente coadyuvar a que el entorno sea seguro y cómodo para todos, ya sea por motivos de salud o porque se vive en un departamento o vivienda donde hay que regular el ruido para no ganarnos una advertencia de los vecinos.