El Porsche con más de un millón de kilómetros y que sigue como el primer día

El icónico Porsche 911 ha sido uno de los automóviles más queridos y codiciados por los amantes de los automóviles clásicos, pues este fantástico vehículo que tiene más de cincuenta años de historia y fama.

Y aunque existieron varias versiones a lo largo de su historia, nunca perdió su inigualable y tan característico diseño lleno de curvas que cautivó en su tiempo y lo sigue haciendo incluso ahora, convirtiéndose prácticamente en su marca distintiva.

El Porsche 911 del que hablamos en esta increíble historia fue lanzado por primera vez en 1965 y se continuó produciendo hasta 1974, para luego lanzar nuevas versiones de este fantástico auto deportivo que podría correr hasta 210 kilómetro por horas.

Orgulloso dueño de un mítico Porsche 911 rompe el record de kilometraje

Hay personas que se enamoran de su automóvil y lo consideran una parte importante de su vida, por ello, no es sorprendente encontrar que algunas familias conservan los autos por generaciones.

Pero eso no es todo, orgullosos dueños de autos de antaño siguen dándole un gran uso a través de las décadas logrando coleccionar un impresionante número de kilometraje.

De hecho, se han establecido récords al respecto, como es el caso de Estados Unidos donde un Nissan Navara y un Hyundai Elantra lograron romper la marca del millón de kilómetros.

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Francia también cuenta con su record gracias a un Peugeot 406, en Chile se volvió famoso un Toyota Yarin, mientras que un Toyota Etios rompió este récord en Brasil.

Hoy, otro vehículo se ha llevado el título de uno de los pocos automóviles con más de un millón de kilómetros, y se trata de un Porsche 911 Turbo de un ciudadano de Canadá que lo ha tenido por más de 44 años.

La historia detrás del Porsche que rompió el record del millón de kilómetros.

Fue en el año 1976 cuando Bill MacEachern obtuvo este hermoso deportivo alemán, y no fue por impulso ni nada por el estilo, él participó durante seis años en pruebas de manejo de este automóvil.

Este hombre ya avanzado en edad sigue recordando como si hubiese sido ayer la sensación de haber manejado este lujoso automóvil décadas atrás.

Con una sonrisa nostálgica menciona que no podía creer lo ágil que era manejarlo, además de que le asombró la calidad de diseño muy bien hecho que superó cualquier expectativa.

No demoró mucho para sentirse completamente cómodo manejándolo a pesar de tener un tamaño reducido para los autos de aquella época, sin embargo, su desempeño era muy avanzado.

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Aunque en la actualidad podemos encontrar automóviles que corren como una bala, MacEarchen recuerda que a principios de la década de los 70 los automóviles con motores turbo apenas estaban tomando fuerza entre el público, y conducirlo era lo más parecido al estar volando un cohete.

Pasaron unos años desde que hizo las pruebas de manejo cuando la empresa le ofreció el Porsche 911 Turbo, fue entonces cuando sintió el llamado y no lo dudó dos veces para tenerlo en sus manos y conducirlo por siempre.

Recuerda estar muy emocionado cuando encargó su automóvil en la concesionaria, en ese momento pidió el 911 Turbo de color Azul Medianoche. Sin duda se trató de un milagro, esas cosas en la vida que solo le suceden a los muy afortunados.

Otro recuerdo muy vívido que tiene, fue cuando estaba hablando con el vendedor para hacer su pedido, éste le mencionó que era un automóvil tan poderoso que habría que tenerle respeto. Sin duda este auto reflejaba justo lo que la compañía deseaba: un carácter salvaje pero a la vez sofisticado, que imponga respeto.

Romper un nuevo record es la siguiente meta de este Porsche

Esta magnífica obra de arte automovilístico viajó hasta Canadá para encontrarse con su nuevo dueño en mayo de 1976, este sería la unidad 350 de fábrica.

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El hombre admite haber sentido que su corazón se paraba cuando pensó que se había equivocado de color, pues juraba que su color era gris cuando le dio el primer vistazo y no el azul oscuro elegante que había pedido, pero solo se trataba de un montón de polvo acumulado.

Desde entonces manejó con orgullo esta maravilla de la ingeniería de los 70’s, haciendo funcionar sus 234 caballos hasta completar las 750.000 millas (es decir, 1.116 mil kilómetros).

Pero esto no se quedará aquí, está dispuesto a superar el récord de los 1.609.344 kilómetros antes de morir, pero de no lograrlo, estaría feliz si su hijo Brian lo logre, pues él fue quien heredó de su padre su pasión por los Porsches.

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